Después de un pequeño tiempo de descanso, volvemos más fuerte que nunca con la sección de "Hoy hablamos de Leyendas", que en su sexta edición cuenta con un protagonista muy especial, un jugador que marcó una era en la NBA, tras haber mantenido a flote prácticamente en solitario durante años a la antigua ABA. Un hombre que luchó toda su carrera por conseguir ese ansiado premio tan esquivo del anillo. Una persona que hizo sonreír a muchos, mientras la vida le golpeaba en lo más profundo de su alma. El hombre al que creció admirado Michael Jordan: la leyenda, el único e inimitable Julius Erving.
Julius Erving nació el 22 de febrero de 1950 en Roosevelt, Nueva York, en el seno de una humilde familia formada por Julius y Callie Erving, siendo el pequeño Julius II el mediano de los 3 hijos del matrimonio. Pero la vida del pequeño no iba a ser fácil, y muy pronto probaría la amargura de perder a un ser querido, puesto que, tras divorciarse sus padres cuando solo tenía 3 años, su padre fallecería en un accidente de tráfico al tener Erving solo 9 años. Él, su madre y sus 2 hermanos se trasladaron a vivir a una vivienda social, y tras el divorcio y posterior perdida de su padre, Julius asumiría como propia la tarea de cuidar y proteger a Marvin, su hermano menor, que siempre fue un chico con una salud muy débil y que caía fácilmente enfermo, motivo por el que Julius trataría de ejercer el papel de padre con él. Así pues, tuvo que madurar muy rápido, acuciado por las exigencias de una situación muy difícil para un niño de corta edad como lo era Julius.
Cuando Marvin estaba sano, él y Julius bajaban a jugar a las pistas de Campbell Park, que estaban justo enfrente de la casa donde vivían. En esa pequeña pista de un diminuto barrio de Nueva York nacería el baloncesto para Julius Erving. Jugaban allí todos los días, indiferentes al tiempo que hiciera. No obstante, una fría mañana de 1962, Julius y un buen amigo de su infancia buscaron un sitio a cubierto para jugar, y recurrirían a un pequeño pabellón donde jugaba el equipo del Ejercito de Salvación. Un tiempo después, la familia se mudó a otra casa, y Julius empezaría a jugar para el equipo del instituto Roosevelt, donde nacería el mote de "El Doctor", que le acompañaría toda su vida.
El mote nació de un pequeño juego entre Julius y su amigo Leon Saunders: "Leon siempre tenía algo que objetar, hiciera lo que hiciera parecía que siempre tenía algo que decir, así que empece a llamarle Profesor, por que era como si me estuviera dando la paliza en clase. Y el me respondió: ¿Y tu que sabes para discutir conmigo? ¿Que eres el Doctor?. Y a partir de ahí cada vez que nos veíamos yo le llamaba Profesor, y el a mí Doctor. Eran cosas nuestras". Mientras tanto, Julius respondía a las expectativas de buen jugador dentro de la cancha en el instituto, aunque se contenía para encajar. Pero en las canchas callejeras, otro Julius salia a la pista. Dejaba a los demás impresionados con sus vuelos, sus trucos con el balón, y sus canastas imposibles. Hasta que una tarde, mientras no lo sabía, su entrenador del instituto estaba observándole en la pista: "De repente, en un contraataque, Julius llegó a la línea de tiros libres y saltó. Cerré los ojos por que pensé que no llegaría a la canasta, pero se elevó y machacó. Nunca había visto algo así, y al mirarle de nuevo parecía como si no hubiera hecho nada extraordinario". Inmediatamente tomaría cartas en el asunto, y llamaría a un viejo amigo, que resultó ser el entrenador de la Universidad de Massachussetts. Y rápidamente tomaría una gran fama.
Pero no todo iba a resultar tan feliz como Julius podía esperar. Tras hacerle una visita en febrero de su primer año universitario, su hermano Marvin volvió a caer gravemente enfermo, siéndole diagnosticado Lupus. En los siguientes 3 meses, su salud se debilitaría cada vez más. Julius fue a visitarle tras haberle dado los médicos unas 24 horas más de vida. "Lo último que me dijo fue: Estoy muy cansado. Tienen que venir a por mi", refiriéndose a los ángeles. Parecía tan injusto..Planeamos muchas veces nuestro futuro, pero mientras los hombres planean, Dios se ríe. Marvin siempre tendrá 16 años, y desde entonces me prometí que siempre que encarará un rival, Marvin estaría conmigo, así que mi defensor estaba en desventaja, ya que solo era uno, y nosotros eramos 2". La vida había golpeado duro a Julius, pero tenía que seguir adelante.
En su 3º año universitario, Julius tenía unas medias de 27 puntos y 20 rebotes, siendo un total dominador del juego. Pero en la NCAA no podía desplegar todo su juego: los mates por aquel entonces estaban prohibidos. Así que al acabar el año, iría a la más famosa pista callejera del mundo: Rucker Park. Y ahí empezaría a forjarse la verdadera leyenda del Doctor. Jugadores NBA pasaban por allí cada día, y era el momento de darse a conocer, o centrarse en los estudios. Y vaya si lo hizó. El público, los jugadores y hasta los miembros de equipos de la NBA alucinaban con él. Solo le faltaba un mote: le llamaron "Little Hawk", "The Claw", "Black Moises"..pero ninguno le gustaba a Julius. Así que se acerco al speaker y le dijo: "Si quieres llamarme algo, llámame el Doctor". Y el público respondió coreando "Doctor J, Doctor J, Doctor J". Julius tenía el respeto y admiración de la gente de Harlem, que se agolpaban en los alrededores de Rucker Park para verle. Mirases donde mirases había gente. Y todos estaban ahí para ver al Doctor.
Por entonces, el baloncesto profesional americano se dividía en 2 Ligas: la siempre más formal y de baloncesto más lento y previsible de la NBA, y una pequeña liga fundada en 1967, bajo el nombre de ABA, que promovía el espectáculo, la innovación, las locuras, y todo aquello que atrajera gente a los pabellones: introdujeron el tiro de 3 puntos, las animadoras..y a diferencia de la NBA, fichaban a universitarios de primer o segundo año: Artis Gilmore, Moses Malone..así pues, bajo la búsqueda de un nuevo atractivo que atrajera aficionados a las canchas, los Virginia Squares se decidieron a intentar fichar a ese fenómeno que había dominado en Rucker Park: "Mi madre ganaba entre 6.000 y 8.000 dolares al año, y a mi me ofrecieron 125.000 por 4, así que no lo dude", afirmaba Julius Erving. Y el matrimonio ABA-Erving no podía ser mejor, ya que aquella liga que promovía el estilo espectacular de baloncesto que se desarrollaba en las calles era el escenario perfecto para que Julius triunfara. Pero había un problema: Los partidos de la ABA no se televisaban, así que si no estabas en el pabellon, no podías ver jugar a este astro del deporte de la canasta. Por eso la NBA, consciente del golpe de efecto que sería para la ABA perder a su mayor estrella, empezó a intentar a hacerse con sus servicios. Consciente de que eso no debía pasar, el dueño de los Squares se puso en contacto con el de los New York Nets para llegar a un acuerdo, siendo Erving finalmente traspasado al equipo neoyorkino en 1973. Y rápidamente daría sus frutos, puesto que con su estilo molón(como lo definía la gente que lo veía jugar), se convirtió en máximo anotador, MVP, y llevo a los Nets a ser campeones en su primera temporada. No estaba mal para empezar.
La vida le iba bien a Julius. Se había casado y tenía 2 hijos, y en la cancha seguía dejando a todo el mundo maravillado con su estilo. Pero para la ABA no todo era tan bueno, puesto que tenía que seguir luchando por seguir siendo "la otra liga", sin contratos televisivos, ni grandes patrocinadores. Poco a poco los equipos se iban retirando, los pabellones estaban más vacíos y solo parecía ser posible la supervivencia mediante la fusión con la NBA. Y si la ABA aún aguantaba a duras penas el combate, era por que seguían contando con Julius Erving. Así que, en otro intento de atraer fans, en 1976 la ABA volvería a sacar un truco de la manga: el All Star, en el que se incluía un concurso de mates. Todos sabían que Erving ganaría: el público y sus propios rivales. George Gervin declararía que "Yo sabía que no tenía opciones. Pero podía verle machacar en persona". Cada mate del Doctor era mejor, hasta que llego el colofón. Julius midió los pasos hasta la línea de tiros libres, volvió al otro campo y empezó a correr...y voló. Supongo que ya sabéis que mate hizo, ¿no?
Ese mismo año, la ABA agonizaba, con ya solo 7 equipos en sus filas. Erving y sus Nets seguían triunfando, pero sobrevolaba la cada vez más probable desaparición de la liga. Los Nets se impondrían en la final a los Denver Nuggets, dejando para la historia el último partido, donde Erving anotaría 45 puntos para dejar en la estacada a los de Colorado, en la última gran final de la "otra liga". Aquel verano, tras 10 años de lucha, NBA y ABA finalmente se unieron. Trágicamente para los New York Nets, que fueron absorbidos por la NBA, no podían permitirse retener a Julius, quien les había mantenido con vida durante tanto tiempo. Sería así como Erving llegaría a la que sería su hogar en la NBA, a la ciudad del amor fraternal, a Philadelphia, para enfundarse la camiseta de los 76ers.
Pero en un principio la llegada de los jugadores de la ABA no sería bien vista por el público NBA, que consideraba su baloncesto más puro, mientras que el de la ABA representaba el juego desenfadado de la calle. Pero puristas del basket y defensores de la filosofía callejera coincidían en una cosa: todos querían ver a Erving. Querían comprobar si la leyenda era cierta. Si realmente ese jugador nacido en Long Island era tan bueno como decían. Al fin y al cabo todo lo que se había oído de él hasta ahora eran rumores, historias contadas de boca a boca, las cuales al final no suelen coincidir con la realidad. Seguramente Erving no fuera tan bueno como decían. Así que fue como si el mundo del baloncesto le tendiera el reto a Julius mientras le decía: "Demuestra que eres tan bueno como dicen". Y Erving lo tomo, y nunca la NBA se arrepentirá de haber dejado que participase. Probablemente fuera lo mejor que le pasase a la liga en años, ya que revitalizó las audiencias, la gente volvió a querer ver los partidos, y todo gracias a la magia del Doctor. Y su equipo no se quedaba atrás: George McGinnis, Doug Collins, Darryl Dawkins..la representación del juego callejero: quién la coge se la tira. Así que Erving tuvo que aceptar que el equipo no necesitaba un tipo que anotará 30 puntos por partido, sino alguien que supiera lo que hacer en cada momento, así que cambio su juego para convertirse en ese jugador. Pero funcionó, ya que ganaron 50 partidos en la temporada regular, y llegaron a las finales de la NBA, para enfrentarse a los Portland TrailBlazers de Bill Walton.
Aquel duelo era una especie de enfrentamiento de estilos, puesto que mientras que los Sixers representaban el talento individual, los Blazers jugaban bajo la bandera del juego en equipo y hacer mejor al compañero. Los viejos valores de la NBA, contra los nuevos aires procedentes de la ABA. Y Julius quería ganar, así que saco a relucir lo mejor de su juego, demostrándole a todos que era el mejor en esa pista, poniendo por delante a Philadelphia 2-0. Pero el segundo partido acabó con una pelea entre Darryl Dawkins y Maurice Lucas, que separó al vestuario de los 76ers, y Portland aprovecho la situación para darle la vuelta, ganando los 3 siguientes encuentros. En el sexto, Erving realizó una de las mejores actuacioens en años, liderando a su equipo con 40 puntos. En la última jugada, con los Sixers perdiendo 109-107, todo hacía indicar que Julius tendría la última bola. Pero su entrenador Gene Shue sorprendió a propios y extraños preparándola para George McInnis. El tiro de este se quedó corto, y la bocina final le dio el campeonato a los TrailBlazers. ¿Cómo pudo prepararla para otro que no fuera el Doctor? Pero pese a la derrota, Erving demostró una vez más su gran clase convenciendo a sus compañeros para ir al vestuario rival a felicitarles por el campeonato, y lo hicieron. Así, Erving demostró ser un superclase, tanto en la victoria como en la derrota. Y gracias a eso, se convertiría en la mayor estrella de la NBA en los años 70.
Hasta tal punto llegó la popularidad de Julius Erving, que cuando Magic Johnson dudaba si dar o no el salto al profesionalismo, quiso hablar con Julius Erving. "Le pregunté cuales eran los pros y los contras de hacerme profesional, y él me dijo: Ven a Philadelphia este fin de semana, puedes quedarte en mi casa. En cuanto lo dijo no pude creerlo, e inmediatamente llamé a mis amigos para presumir de ello", contaría años después Magic. Y es que Julius no solo era una estrella de la NBA, sino que también era un modelo de conducta, una persona en la que todos los chicos querían convertirse al crecer.
En 1980, los Sixers llegaron de nuevo a las Finales, contra los Lakers del antiguo invitado de Julius. Y en el cuarto partido, dejaría para el recuerdo su jugada más famosa: "Magic y yo estabamos en la línea de fondo, y no sabíamos que iba a hacer. De repente salto y fue como si empezara a caminar en el aire con el brazo extendido, y nos dijimos "Es imposible que se mantenga tanto tiempo en el aire! Y justo cuando la metió, nos miramos y dijimos.."¿Le pedimos que lo haga otra vez?". Aquellas finales las perderían los de Philadelphia, así como las de 1982 de nuevo contra los Lakers de Magic, y ambas por 4-2. Pero Erving había dejado una imagen para la historia.
En 1981 Julius ganaría el MVP de la Liga con unas medias de 24.6 puntos, 8 rebotes y 4.4 asistencias, pero tanto ese año como el siguiente no conseguirían ganar el campeonato. Julius Erving había llegado al equipo en 1976, y pese a ser la mayor estrella de la Liga, en 6 años no había ganado ningún título. Así que muchos empezaron a mirar con escepticismo al hombre al que habían admirado durante tantos años. Pero había un trasfondo mayor a la propia incapacidad de Julius Erving para ganar anillos: y es que no tenía un gran equipo que le sirviera de apoyo real a la hora de enfrentarse a franquicias mucho más conjuntadas como podrían ser los Celtics o los Lakers. Así que en las oficinas del equipo se pusieron a trabajar para conseguirle un compañero capaz de aportar una ayuda suficiente al Doctor como para ganar de una vez por todas. Y encontraron al hombre perfecto, que respondía al nombre de Moses Malone.
La compenetración entre ambos astros fue inmediata. Era como si hubieran encontrado en el otro la pieza que les faltaba para poder ser realmente competitivos. Y en 1983, todo el mundo sabría que esta vez si, los Philadelphia 76ers iban a ser un duro rival. Ganaron 65 partido en la temporada regular, con Moses Malone como MVP con unos promedios de 24.5 puntos, y 15.3 rebotes, y anunció la famosa frase de "Fo Fo Fo", refiriéndose a que ganarían el anillo sin ceder un partido. Finalmente perdieron uno contra Milwaukee, pero el resto fue un paseo militar, y en las Finales barrieron por 4-0 a los Lakers, que les arrebataron la gloria en 1980 y 1982. Finalmente fue un "Fo Fi Fo". Pero seguro que no se quejaron demasiado. Al fin Julius tenía su merecido premio. Ya podía descansar tranquilo. Además precisamente contra los Lakers haría su famoso mate "Rock the Baby", así que nada podía haber salido mejor.
Una vez liberado del peso, por fin Erving pudo jugar sin presión. Nunca más volvería a disputar unas Finales, dado el impacto de Larry Bird y Magic Johnson, pero poco importaba ya. El 31 de Octubre de 1986, Julius Erving anunció que al llegar el final de la temporada se retiraría del baloncesto profesional. Y durante cada noche, Julius sería reconocido como lo que era: una estrella. "Julius era un ejemplo de clase, de dignidad..molaba mucho", diría Charles Barkley. Y no sería la única estrella que le presentaría sus respetos:
Concurso de mates de 1988. Michael Jeffrey Jordan se dispone a hacer su último mate: "No sabía que hacer, y de repente vi a Julius en la grada. Él me señalo la línea de tiros libres, como diciéndome que hiciera ese mate, así que lo hice". Esa es la historia de como Michael Jordan voló haciendo un mate que todos tenemos en nuestras retinas, y que no habría sido posible sin Doctor J.
En el año 2000, Julius Erving volvería a los titulares, pero por motivos funestos. Su hijo Cory, de 19 años, estuvo desaparecido durante semanas, antes de confirmarse que había fallecido al perder el control de su vehículo, el cual había quedado sumergido en un lago cercano a la casa familiar. Una vez más, la vida, que le arrebato de forma tempranera a su hermano menor, le daba un nuevo golpe a Julius. Además, esto trajo consigo la disolución de su matrimonio, al no poder soportar su esposa la presión de todo lo que les había sucedido.
Una vez más, Julius tuvo que levantarse, como hizo cuando perdió a su hermano, cuando tuvo que llevar el peso de la ABA, o cuando tuvo que soportar las voces que decían que no tenía madera de líder. La vida de Julius Winfield Erving II nunca fue fácil, pero consiguió sobreponerse a todos los golpes y dificultades, y desarrolló un espíritu fuerte y positivo, que hace que sea una de las mejores personas que haya pisado una cancha de baloncesto, ya que mientras veías jugar al Doctor, tus problemas pasaban a un segundo plano, y conseguía hacerte feliz. Y eso es un regalo que va mucho más allá de los números que consiguiera como jugador, o los títulos que ganara. Solo habrá un Julius Erving, y gracias a él, podemos seguir maravillándonos día a día con el mundo NBA. Un mundo que sigue vivo..gracias al Doctor.
Estadísticas individuales de Julius Erving: 18.364 puntos, 5.601 rebotes, 3.224 asistencias, 1.508 robos y 1.293 tapones a lo largo de 28.677 minutos, repartidos en 836 partidos, para unas medias de 22 puntos, 6.7 rebotes, 3.9 asistencias, 1.8 robos y 1.5 tapones.
Logros personales de Julius Erving: Un MVP de la temporada regular, 2 MVP del All Star Game, 5 equipos ideales, 2 segundos equipos ideales, un trofeo al ciudadano del año, y 11 participaciones en el All Star Game.
Hasta aquí el artículo sobre una de las grandes leyendas de la NBA. Muchas gracias por leerlo hasta el final pese a que sea algo extenso. Sin más, solo me queda desear que os haya gustado, y hasta la próxima edición de "Hoy hablamos de Leyendas"!
la mejor manera de representar a este gran jugador pero si es posible yo añadiria la muerte de su hijo en un accidente de trafico y el suicidio de su mujer ante la perdida de su hijo
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